Como lo mencionamos en nuestro artículo de febrero, Actualizaciones sobre el famoso tren Maya, el 2022 trajo consigo múltiples cambios en uno de los proyectos emblema de la actual administración. Entre los cuales, podemos en listar la controversial expropiación de terrenos por cambios de ruta de última hora, el mínimo (por no decir nulo) desarrollo de estudios de suelos e impacto ambiental y hasta cambios en la dirección del proyecto.
Es una verdadera lástima que un proyecto de tal envergadura no haya contado con una etapa de planeación robusta, con estudios de suelo e impacto ambiental serios y de acceso público. -Dado que el presidente no ha hecho más que decir que si los hay y que cualquiera que diga lo contrario, es un conservador, clasista, que lo hace de mala fe- Pero la realidad es que es un proyecto “sin pies, ni cabeza”, desde su concepción con licitaciones controversiales, hasta el cambio de trazos en al menos 3 de sus tramos.
Tal es el caso del tramo 5 del tren maya, que originalmente pensaba realizarse sobre la carretera. Luego, sobre un segundo piso -porque protestaron los hoteleros- y finalmente, en enero de este año, se canceló el viaducto elevado del Tren Maya que tenía varios meses construyéndose al centro de la carretera 307 a la altura de Playa del Carmen, pues el Fondo Nacional del Fomento al Turismo (Fonatur) y el presidente López Obrador argumentaron que mantener ese viaducto elevaba “mucho” los costos y además generaría caos vial y complicaciones para la dinámica turística del corredor Cancún-Playa del Carmen; tirando a la basura más de 500 millones de pesos. – sí, leíste bien- Porque prefirieron tener a los ambientalistas como adversarios, que echarse encima a los hoteleros y desarrolladores. Pragmatismo en estado puro.
Pero como en la 4T todo es posible, de enero a la fecha, la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) ha expropiado 431 terrenos distribuidos en los municipios de Benito Juárez, Solidaridad, Puerto Morelos y Tulum, en Quintana Roo, al ser considerados de utilidad pública para la construcción del tramo 5 del Tren Maya.
Por su parte, el relevo al frente de la Fonatur, Javier May, quien fuera secretario de la Secretaría de Bienestar antes de asumir el cargo y -casualmente- originario de Tabasco y fiel seguidor del López Obrador desde 1994, anunciaron que esos mismos tramos elevados se retomarán para una zona en la que abundan cenotes y ríos subterráneos, según han advertido expertos y asociaciones ambientalistas, que anticipan riesgos por el pilotaje que implicará la vía del tramo 5 del Tren Maya sobre un terreno poroso o kárstico como el de la península de Yucatán.
Es así como un proyecto emblema que, si bien puede traer grandes beneficios a la región, una vez más se ve manchado por los políticos de siempre. Por el compadrazgo, la ignorancia -o arrogancia- y el trabajo al “ahí se va”. Porque nada que se haga con prisas, puede salir bien.
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Saludos.
Ingeniero Industrial egresado del Instituto Tecnológico de Querétaro. Con cuatro años de experiencia en la gestión de proyectos, así como en el desarrollo de procesos orientados a la mejora continua. Apasionado por la gestión de recursos y servicio al cliente al más alto nivel de exigencia.