
Si bien este proyecto tiene poco más dos años en desarrollo, en Grupo Sierras es nuestro compromiso informar y mantener a nuestros lectores al día sobre los temas más relevantes que impactan directa e indirectamente al comercio exterior y la logística tanto nacional, cómo internacional. Motivo por el cual decidimos escribir este artículo.
Empezaremos recapitulando de qué va este proyecto, mencionando cuáles son los objetivos de este, para después hacer un breve análisis de los impactos pronosticados durante las fases de investigación y diagnóstico.
El Tren Maya es un proyecto de transporte social que busca abrir la península a un sinnúmero de oportunidades de desarrollo. Recorrerá una distancia de 1,500 km aproximadamente y se compone de 7 tramos (Palenque-Escárcega, Escárcega-Calkiní, Calkiní-Izamal, Izamal-Cancún, Cancún-Tulum, Tulum-Bacalar y Bacalar-Escárcega), 19 estaciones y 13 paraderos, que serán la piedra angular de nuevos centros de actividad económica y comercial, centrados en las comunidades locales y sus actividades.
Es claro que las condiciones geográficas y la infraestructura de conectividad disponibles hoy en día, han limitado en cierta manera el aprovechamiento del potencial de la región sureste, así como las oportunidades para sus habitantes en comparación con otros estados del norte y centro del país.
Por lo que uno de los principales objetivos de este proyecto es detonar la economía por medio de la generación de nuevos empleos derivados de las etapas de construcción, operación y mantenimiento, así como el surgimiento de actividades económicas que atiendan el incremento de la demanda de productos y servicios en la península.
A esto se suma el desarrollo de Comunidades Sustentables alrededor de las estaciones proyectadas, que gestionarán el crecimiento urbano y comercial alrededor de éstas y en donde se busca integrar los servicios y equipamientos carentes o demandados por las comunidades rurales y con esto reducir paulatinamente el rezago local y regional existente.
Otros sectores que se verán directamente beneficiados son el de la agroindustria, que, como parte del plan de desarrollo estratégico, se analizaron las oportunidades de integrar el sector agroalimentario al transporte de carga del Tren Maya, a fin de fomentar la competitividad y traer beneficios económicos a las comunidades de la región.
Así como el de transporte de mercancías, ya que el transporte ferroviario supone grandes ventajas para la carga. Entre los que se encuentran: la seguridad, la eficiencia, menos emisiones contaminantes, así como una mayor frecuencia y capacidad, por mencionar algunas.
Los ahorros de tiempos de traslado mejorarán la productividad, interconectarán empresas con empleados y generarán nuevas cadenas de producción. Además, un sistema ferroviario tiene el potencial de unificar y diversificar las economías regionales, acercando áreas prósperas con aquellas con menores tasas de crecimiento.
Hasta aquí hemos mencionado los generales del proyecto, así como los aspectos que consideramos positivos y más relevantes, no olvidemos que siempre hay otra cara de la moneda, y ahora toca mencionar algunos de los impactos que pueden poner en riesgo aspectos sociales y ambientales como los son:
Conflictos sociales por tenencia de la tierra (53% del trazo del Tren Maya se encuentra sobre terrenos ejidales). Desabasto de agua en algunas zonas rurales. Presión a zonas arqueológicas y demás destinos turísticos delicados, que no están preparados para percibir un turismo masivo. Comunidades que no tienen servicio de recolección de residuos y están en riesgo de crisis por la acumulación de estos.
Falta adquirir el derecho de vía y construir más de mil kilómetros: es decir el 68% del proyecto, que implicarán la deforestación de aprox. 2,500 hectáreas de selvas húmedas y secas. Impactos en Áreas Naturales Protegidas. Pérdida de hábitat, fragmentación, atropellamiento y bloqueos de paso de fauna. Generación de ruido que puede afectar diferentes especies, particularmente la orientación de murciélagos, por mencionar tan solo algunos.
Si bien es cierto que existe un enorme potencial de crecimiento para el transporte de carga en la región, los proyectos productivos del sector agropecuario, de materiales para la construcción y de traslado de combustibles, entre otros. Es imperativo preguntarnos hasta que costo estamos dispuestos a pagar para gozar de estos beneficios.
Saludos.

Ingeniero Industrial egresado del Instituto Tecnológico de Querétaro. Con cuatro años de experiencia en la gestión de proyectos, así como en el desarrollo de procesos orientados a la mejora continua. Apasionado por la gestión de recursos y servicio al cliente al más alto nivel de exigencia.